La cultura organizacional es un proyecto ideal que surge en el seno de la empresa y que pretende guiar los comportamientos de los empleados con respecto a clientes, proveedores, medios de comunicación y sociedad en general. Se compone de un conjunto de percepciones, sentimientos, actitudes, hábitos, creencias, valores, tradiciones y formas de interacción dentro y entre los grupos existentes en toda la organización. Uno de los factores a tener en cuenta a la hora de su implantación, es que la empresa ya tiene una cultura organizacional implícita, a priori. Esta surge de forma natural. Dentro de estas convenciones culturales preestablecidas encontramos costumbres beneficiosas… y otras no tanto. Hay que descubrir estas últimas para su eliminación porque en algunos casos, pueden ser extremadamente dañinas para la organización.
Particularmente defiendo el concepto de «auditoría cultural» dentro de las organizaciones como método de supervisión, guía, asesoramiento, evaluación y corrección de las prácticas que se alejan de los estándares ideados por los departamentos especializados.
Para lograr este objetivo es preciso recolectar datos que nos aporten información sobre el estado real de implantación de las políticas culturales.
Uno de los métodos más útiles para la recogida de estos datos es la etnografía. Tradicionalmente es realizada por antropólogos. Principalmente se basa en la entrevista y la observación participante (integración dentro del grupo a estudiar durante un tiempo determinado). Esta técnica no sustituye al método cuantitativo basado en encuestas, más bien lo complementa, aunque muestra una riqueza descriptiva no comparable a los simples cuestionarios.